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Una mirada a un arte antiguo: hacer un tapiz

La creación de un tapiz de Pared es un trabajo complejo y largo, que necesita varias personas, cada una competente en su sector específico.

En primer lugar se necesita un artista, normalmente un pintor que prepara la cartulina, o un cuadro de lo que será el producto final.

La fase de tejido involucra a un equipo de tejedores cuyo número depende del ancho del tapiz.

¿Como funciona este trabajo?

Todo el equipo necesita al maestro tejedor que coordina todo el trabajo.

Es necesario preparar la urdimbre colocando manojos de hilos del largo necesario y el número correspondiente a las capacidades y el ancho, luego es necesario armar la urdimbre en el telar. Esta parte requiere del trabajo de cuatro tejedores que a su vez necesitan ayudantes en algunas etapas.

Luego hay un encargado del muestreo llamado colorista, quien elige todos los tonos de color que se necesitan en el almacén, teniendo en cuenta las relaciones tonales con los colores vecinos y la correspondencia con el tono del cartón.

Si la cartulina está encriptada, la muestra ya está indicada por el número de color, entonces una madeja para cada color conforma la muestra, la cual debe elaborarse en tres copias, una para que el artista la revise, otra para el archivo y otra para los tejedores.

A continuación, las bobinas y las lanzaderas se preparan en un estante en la pared. Las bobinas se distribuyen aquí, divididas por familias de colores, mientras que las lanzaderas o broches se preparan de vez en cuando uniendo los hilos de varias bobinas según el contexto.

Muchas veces los tapices se tejen de lado, por el rendimiento, de manera que la vertical, la urdimbre, se vuelve horizontal (por ejemplo un personaje tejido acostado, aparecerá de pie cuando se cuelgue el tapiz).

Puede ocurrir entonces que en el tapiz que se está trabajando haya partes más avanzadas porque se continúa la construcción de una zona del mismo color (por ejemplo una hoja o una flor), y partes que se retoman más tarde, creando un perfil quebrado. .

Comienza con una tira de tela de color sólido, que puede ser parte del marco o se puede doblar durante la costura, luego se teje el diseño con el envoltorio de la parte ya hecha.

Finalmente, el desmontaje del tapiz del telar con el corte de los hilos de la urdimbre. Al final un buen cepillado para eliminar cualquier residuo de hilo.

El trabajo continúa con la costura, que es una fase de acabado realizada por trabajadores especializados.

Las costureras cosen los desprendimientos, es decir, las finas hendiduras que se crean durante el tejido en los cambios de color en el sentido de las urdimbres.

El cepillado es el último tratamiento, que consiste en planchar con una plancha muy grande.

¿Que pasa al final?

Una vez terminado este trabajo, las grandes fábricas como la de los Gobelinos o la de Beauvais, llevan el nombre de los tejedores individuales, la firma del artista que hizo el cartón, la marca de la fábrica y, en ocasiones, incluso el siglo.

De hecho, las marcas, fechas y firmas permiten la autentificación de las piezas aunque no resuelven el problema de las copias y falsificaciones.

En la antigüedad esta costumbre no estaba en uso y muchos tapices góticos no tienen ninguna indicación. Como garantía, además, los artistas contemporáneos colocan un rectángulo numerado de tela con la firma manuscrita, cosida en el reverso.

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